El acuerdo impulsado desde Moncloa para que Illa acceda a la presidencia de Cataluña es un desastre sin paliativos, solo concebible en un individuo que se limita a primar sus propios intereses de corto plazo y se desentiende de los efectos a medio y largo. La solidaridad es un elemento capital del Estado y romperla es destruir sus fundamentos. Que Cataluña aduzca que tiene un déficit fiscal, que los demás le roban y que quiere cobrar el 100% de sus impuestos es como si lo dijeran los vecinos del distrito más rico de Barcelona, de Madrid, o los de la urbanización costera más elitista. Si en el caso de todos estos nos parecería absurdo, también en el primero. Para hacerlo más digerible nos “venden” que ya aportarán algo para las CCAA de menor renta… pero sólo si esas comunidades mantienen un esfuerzo fiscal alto. Lo que resulta realmente un escarnio y abre la puerta para disminuir aún más o anular la contribución de Cataluña en el futuro.
Y todo esto lo hacen los socialistas que, en teoría, predican una mayor igualdad. Es increíble. Ha habido, incluso, gente de ese partido y de ese Gobierno que se ha permitido afirmar que, con el nuevo acuerdo, habrá más dinero para todas las CCAA. Decir eso en algo que resulta ser, en el mejor de los casos, un juego de suma cero (es decir, que lo que unos ganan lo pierden otros), es absurdo. Pero lo repetirán como consigna, a ver si engañan a alguien, aunque hace falta ser muy ignorante o muy estúpido para creérselo. Si hay más importe a repartir solo puede ser porque el Estado central se queda con menos, o........