LA BURBUJA

El hombre vive en la burbuja de su tiempo histórico; y la propia cultura de la comunidad lo puede empujar a comportamientos prestablecidos por la religión, la filosofía, la política, o la moral. Intentar romper la burbuja puede significar convertirse en marginal o marginado.

Se dice la palabra burbuja y se escucha un grito que escapa del agua, y se hincha la piel de algún espacio; es que decimos burbuja y algo se encierra, movedizo y frágil, como esas pompas de jabón que los niños pinchan en los juegos infantiles.

Algunas vienen del fondo, rellenas de oxígeno, y desaparecen en la superficie perdiendo la forma; hay otras más difíciles de romper: son aquellas que construye la sociedad con sus vendas, muros, prejuicios, exclusiones o algoritmos.

Es burbuja, del falso conocimiento, la alegoría de la Caverna de Platón. Hombres que nacen encadenados con la vista sobre una pared, donde se proyectan las imágenes distorsionadas de la realidad y terminan por confundir lo falso con lo verdadero.

Y cuando uno de los prisioneros se zafa y vuelve la vista atrás, ve que hay una salida, y un fuego, y descubre una luz enorme que es el sol, y que la realidad no es tal como pensaban los prisioneros de la Caverna. Al regresar y contar lo visto pueden tomarlo por loco y........

© Victoria