La Ley de Comunicación Social, primera en Cuba, entró en vigor este 4 de octubre con el objetivo de ordenar el sistema comunicacional y promover mayor transparencia y, por supuesto, más eficacia en medio de grandes desafíos que hacen complicada su implementación.
No puede ser más difícil este momento caracterizado por la crisis global tras la pandemia, los aires de restauración neoliberal, la agudización de los problemas ocasionados por el bloqueo del Gobierno estadounidense y la complejidad para actualizar el modelo socialista cubano, situaciones que urgen comprenderse con claridad y enfrentarse sin titubeos.
“Sin comunicación social no se pueden entender las políticas públicas”, enfatizaban los debates de julio pasado en el Parlamento previo a la aprobación de la referida Ley 162, cuyo texto ampara los derechos de las personas a la información y a la comunicación fijados en la Constitución.
La norma jurídica y disposiciones complementarias dejan........