Hoy, rindo un homenaje al Dr. Rafael Ardila Duarte, cuya presencia dejó una huella imborrable en quienes tuvimos el privilegio de conocerlo. Para ilustrar su carácter he imaginado una conversación entre él y yo, inspirada en las muchas charlas que compartimos. Solo espero que este ejercicio refleje, aunque sea en parte, la autenticidad de un hombre cuya realidad siempre superó cualquier ficción.

SERGIO: Dr. Rafael, buenos días.

RAFAEL: Hola, Sergio. Qué pena que no pude contestarte antes, pero andaba en una reunión solucionando un chicharrón. ¿En qué te puedo servir?

SERGIO: Dr. Rafael, tenemos una situación en la Junta de la empresa y no hemos........

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