De las palabras a la acción

Compartir

Durante años escribí esta columna convencido de que las ideas bien argumentadas podían mover algo más que el debate: podían mover decisiones. Escribí sobre desarrollo, urbanismo, planeación, bienestar, competitividad y territorio. Más de quinientas columnas después, la conclusión no es cómoda, pero es honesta: Santander no avanza.

No es una frase retórica ni un gesto de cansancio. Es un hecho verificable. Seguimos sin vías estratégicas, aislados del centro del país, atrapados entre anuncios y promesas que nunca se ejecutan. Mientras otras regiones consolidan infraestructura, conectividad y proyectos de largo plazo, Santander permanece detenido, como si el subdesarrollo fuera una condición asumida.

He........

© Vanguardia