El silencio de un bus…

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El 14 de diciembre Colombia no perdió dieciséis jóvenes. Perdió dieciséis futuros.

Un bus. Una carretera. Un segundo. Un abismo.

Y la vida —esa que creemos firme, estable, garantizada— se quebró sin avisar. Como se quiebra todo lo que damos por sentado.

Hoy hay casas donde la Navidad no va a entrar. No porque no quieran, sino porque la muerte llegó primero y se sentó en la sala.

Hay familias que están escogiendo ataúdes cuando deberían estar escogiendo regalos, familias haciendo novena a difuntos cuando deberían estar haciendo novena de aguinaldos.

Madres que cambiarían cualquier promesa de Año Nuevo por ver una sonrisa más.

Padres intentando........

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