De forma absolutamente inesperada y repentina, hace dos semanas nos abandonó el reconocido abogado santandereano Daniel Caicedo Guerrero, con quien compartimos, además de discusiones jurídicas, una honesta y valiosa amistad por algo más de 30 años.
Un infarto fulminante paralizó su corazón y hasta ahí llegó la historia de un licenciado de causas poderosas, a tal punto que él mismo volvió famosa su frase “la defensa no descansa”, para significar ante todos que siempre estaba atento y dispuesto a asumir la representación jurídica de sus clientes en donde fuera, especialmente en condición de defensor.
........