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A pesar de las buenas intenciones y las efectivas ejecutorias del director de tránsito de la ciudad, Carlos Enrique Bueno, así como de los agentes que lo acompañan en sus operativos, la movilidad en la ciudad sigue siendo caótica y es todo un dolor de cabeza para el alcalde y su administración.
Desde las páginas de este periódico se han mostrado los puntos críticos de accidentalidad y se han reportado las alarmantes cifras de muertos y heridos con ocasión de las tragedias del tráfico. Y en innumerables oportunidades hemos hecho mención al desorden que impera en las calles, el mal parqueo, la desobediencia ciudadana y el desprecio........