Ajadas… deslucidas…
La situación ha llegado a tal punto que a mediados de noviembre dos concejales radicaron un proyecto de acuerdo para organizar el tema. Les preocupa que las distinciones se aprueban sin verificar si el condecorado realmente la merece, que no haya espacio para que los ciudadanos intervengan, y que se voten a la ligera.
Así lucen hoy las condecoraciones del Concejo de Bucaramanga. Las críticas y comentarios disonantes abundan, y no es para menos.
Siete artículos de su reglamento interno las regulan. Seis apenas las mencionan y remiten a los actos administrativos que las crearon; el séptimo le impone al secretario general la tarea de verificar que el reconocimiento no se le haya entregado antes a la misma persona.
Lo escueto de la regulación contrasta........
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