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Apreciado lector, como usted recordará, mi columna del 5 de marzo, titulada ‘El puente roto’, la escribí a raíz del colapso del puente colgante sobre el río Chicamocha, en Cepitá. Ese puente fue contratado por Mauricio Aguilar en $1.125 millones con la empresa Construcciones y Soldaduras SAS, representada por Gerardo Durán Mantilla y la interventoría de un consorcio representado por Stefany Vivas. Ese puente se cayó y sus especificaciones técnicas incumplían el Código Nacional de Puentes.
Para mi sorpresa y la de ustedes, apareció otro puente, este vehicular, con un contrato enredado, cuyo objeto es: Construcción Puente Metálico sobre la Quebrada Aguas Claras, sector Santo Domingo – El Líbano, en El Carmen de........