Vuelvo a recorrer La Habana, más bien la releo, en cada una de sus calles y avenidas, aunque parece
que la conozco de memoria. Siento que la ciudad es cada día otra y otra hasta el infi nito. Por ejemplo, me sumerjo en la calle Obispo, en un torrente de personas que fluye hacia el centro de la parte colonial, un remanso de la cultura y muestra de la proyección arquitectónica definida, culturalmente, como ecléctica.
Mientras........