Nos ha pasado a todos. Entre la dinámica diaria de comprar un producto necesario, la poca costumbre de examinarlo como se debe y la escasa variedad dentro del mercado cubano, muchas veces nos fijamos solo en el precio y casi nunca en la fecha de caducidad o vencimiento de lo que nos llevamos a casa y luego cocinamos, ingerimos o usamos como medicamento.
El fenómeno es nacional, peligroso y se impone tomarlo con seriedad. Más ahora, cuando las formas de comercialización más extendidas ante la falta de oferta estatal son los nuevos actores económicos: mipymes, cooperativas no agropecuarias (CNA) y trabajadores por cuenta propia (TCP), que importan alimentos y medicamentos para vender en el mercado interno.
No son pocos los ejemplos que........