Cada persona es un mundo. Cada familia tiene sus propias características. Cada sociedad acumula rasgos distintivos. Y cada país es la sumatoria de personas, familia y sociedad. No pensar desde lo individual es imposible, pero olvidar el pensamiento nacional o colectivo es tan o más peligroso que una bomba de tiempo sobre nuestras manos. ¿Somos conscientes de eso hoy?
No descubrimos la quinta esencia si decimos, con preocupación y hasta cierta nostalgia, que la carestía de la vida en Cuba, las medidas económicas que aprietan bolsillo y almas, la porfiada y real emigración de nuestros hijos o hermanos, y hasta el propio sentido de supervivencia y resistencia que se impone en muchos hogares para comer, atender una........