No todas las cremas y geles son adecuados para la piel infantil: así debemos leer las etiquetas

La piel es el órgano más grande y realiza funciones vitales para nuestra salud, como la protección contra las infecciones, la síntesis de la vitamina D, la regulación de la temperatura corporal y la provisión de sensaciones táctiles. Sin embargo, pese a toda la responsabilidad que asume sobre sus hombros, la piel a menudo se descuida y no siempre se cuida adecuadamente debido a la falta de conciencia sobre su relevancia.

La solución pasa, sin duda, por una educación adecuada sobre la importancia de la piel, especialmente durante la infancia, para empoderar a las personas para que prevengan enfermedades dermatológicas y se ocupen del autocuidado cutáneo.

La piel infantil presenta diferencias clave en comparación con la piel adulta: es más delgada, tiene un estrato córneo más fino y produce menos lípidos. Estas características la hacen más susceptible a afecciones cutáneas.

Para colmo de males, la piel infantil tiene una tasa de renovación celular más rápida y menos melanina, lo que se traduce en una menor protección natural contra el daño solar y una mayor probabilidad de quemaduras solares.

Debido a su sensibilidad y delicadeza, la piel........

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