Conoce todas las teorías. Domina todas las técnicas. Pero al tocar un alma humana, sé apenas otra alma humana.
Carl Jung.
El suicidio de un paciente es uno de los momentos más devastadores para cualquier profesional de la salud mental. Psicólogos y psiquiatras que dedican su vida a salvar otras, a menudo terminan siendo las segundas víctimas de esta tragedia. Aunque su formación y experiencia les permiten acompañar a otros en momentos difíciles, el dolor de perder a un paciente es algo para lo que pocos están realmente preparados.
Para muchos profesionales, la muerte por suicidio de un paciente trae consigo una avalancha de emociones difíciles de manejar. “Me sentí completamente hundida, como si hubiera fallado en mi misión de ayudar”, me ha confesado alguna colega con más de 15 años de experiencia. “Durante semanas no pude dejar de pensar en qué había hecho mal, qué señales no vi. Me preguntaba si podía haber evitado esa pérdida”.
Este sentimiento de culpa e impotencia no es aislado. Se estima que uno de cada tres psicólogos clínicos en España experimentarán el suicidio de un paciente a lo largo de su carrera, mientras que para los psiquiatras, el porcentaje........