Necesitar una ambulancia es sinónimo de gravedad y estrés. En un paciente crítico la atención precoz es clave. A su vez, gran parte de las situaciones de emergencia son presenciadas) por otras personas. Por ello, la alerta precoz a los servicios de emergencias, seguida de una actuación correcta, es muy beneficiosa. Una atención rápida, concisa y calmada salva vidas.
Entonces, ¿qué hacer mientras esperamos a que llegue la ambulancia?
Una ambulancia es un vehículo acondicionado para el traslado de pacientes cuyas características están reguladas en un real decreto.
Existen diferentes tipos:
No asistenciales. Trasladan a pacientes sin posibilidad de asistirlos en ruta. Están dotadas de una o dos personas certificadas en transporte sanitario.
Soporte vital básico. Ofrecen atención sanitaria inicial. Están dotadas de dos técnicos en emergencias sanitarias (TES).
Soporte vital avanzado. Dan atención avanzada. Están dotadas de uno o dos técnicos, enfermería y, si la situación lo requiere, medicina.
El tipo de ambulancia enviada dependerá de la situación del paciente. Mientras llega, hay varias acciones que podemos llevar a cabo.
La actuación en un incidente se basa en la llamada “conducta PAS”, que pueden realizar tanto sanitarios como no sanitarios. Este acrónimo se basa en tres pasos fundamentales que le dan el nombre, en orden, y que favorecen el éxito y la seguridad:
Proteger. Tanto a la víctima como al rescatador. Este momento es clave y donde más fallos puede haber. El........