Efectos de las partículas en la salud: no solo el tamaño importa
Dicen que, en la vida, el tamaño importa. Aunque esta afirmación puede ser motivo de risas en ciertos contextos, cuando hablamos de partículas en el aire, la cosa se pone seria.
Hasta ahora, las normativas de calidad del aire se han centrado en controlar la concentración de partículas de ciertos tamaños. Sin embargo, la ciencia nos dice que no solo importan la cantidad y el tamaño: la “calidad” de estas partículas es también crucial para nuestra salud.
Las partículas en suspensión, conocidas como PM (del inglés particulate matter), son pequeñas motas de polvo, hollín, metales y otras sustancias que flotan en el aire. Dependiendo de su tamaño, se clasifican en PM10 y PM2.5 (partículas de hasta 10 y 2.5 micrómetros, respectivamente). Estas últimas son especialmente peligrosas porque pueden penetrar profundamente en nuestros pulmones e incluso llegar al torrente sanguíneo.
Hasta ahora, las normativas europea y española se han centrado en regular y medir la concentración de partículas PM10 y........
© The Conversation
