No existe evidencia para sostener que los desórdenes informativos determinaron el resultado de la elección y el triunfo arrollador de Donald Trump en las últimas elecciones en EE. UU., celebradas hace unos días, pero sí de que están cambiando la forma en que se desenvuelve la democracia en su momento de máxima expresión.
Tras 40 días monitoreando casi un centenar de cuentas de redes sociales antes y durante las elecciones, el Observatorio Complutense de Desinformación ha analizado sus resultados.
A partir del seguimiento de 93 cuentas de usuarios, medios de comunicación y canales de difusión en Estados Unidos –muchos de ellos en español–, investigadores de este observatorio identificaron bulos, narrativas hostiles y acciones de interferencia en las elecciones norteamericanas.
Durante poco más de 40 días, desde el 24 de septiembre al 5 de noviembre, el equipo de investigación identificó al menos 100 bulos electorales circulando en el ecosistema informativo de Estados Unidos, utilizando conocidas técnicas para la elaboración de contenido desinformador y repitiendo viejas estrategias para deslegitimar a alguno de los candidatos.
A lo largo del proceso de observación, fue común ver vídeos ralentizados de Kamala Harris hablando en público, con una descripción –muchas veces bilingüe– que afirmaba que la candidata demócrata estaba ebria. Vídeos como estos se viralizaron en múltiples plataformas como TikTok, Facebook y X. Este tipo de desinformación se denomina “contenido manipulado”, ya que introduce modificaciones a material genuino con la........