En los últimos dos años hemos sido testigos de un brote de gripe aviar altamente patógena con un impacto sin precedentes sobre la fauna silvestre. La enfermedad, que ha afectado a millones de aves de corral en Europa, Asia, África y América del Norte, está causando una alarmante mortalidad entre las aves marinas.
El actual brote de gripe (influenza) aviar altamente patógena (IAAP) está causado por el virus H5N1, un virus de la gripe tipo A detectado por primera vez en 1996 en aves acuáticas domésticas, en el sur de China. Su capacidad para mutar y asimilar material genético de otros virus da lugar a la aparición de nuevas variantes. La actual cepa H5N1 del clado 2.3.4.4b, surgida a partir de variantes que circulaban anteriormente y detectada en aves marinas en 2020, muestra una alta letalidad y transmisibilidad en aves silvestres.
Miles de individuos de diferentes especies de aves marinas murieron a causa del brote de 2021-2022. En Escocia, el 11 % de la población británica de págalo grande (que supone el 7 % de la población mundial) pereció como consecuencia del virus. Los individuos de esta especie que regresaron en 2023 a Hermaness, la mayor colonia británica, representaban solo el 22 % del último censo realizado.
La mayor colonia reproductora de alcatraces atlánticos del mundo, localizada en la isla de Bass Rock (Escocia), también sufrió una devastadora mortalidad en 2022 a causa de la enfermedad. La tasa de supervivencia de alcatraces adultos fue un 42 % inferior a la media de los 10 años anteriores.
Se estima que alrededor de 13 200 barnaclas cariblancas provenientes de Svalbard e invernantes en Solway (Escocia) murieron a causa de la IAAP entre 2021 y 2022, lo que supone el 32 % de........