El sinhogarismo es un importante problema social, de salud pública y de derechos humanos en todo el mundo. Si bien es difícil obtener datos a escala europea, se estima que Europa podría contar con 1 286 691 personas que duermen en la calle, personas en refugios nocturnos y personas en alojamientos temporales para gente sin hogar.
En cuanto a España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2022, este fenómeno ha incrementado cerca de 25 % en los últimos 10 años, con diferente afectación según la comunidad autónoma. En cuanto a Cataluña, datos recogidos por la Fundación Arrels muestran un incremento del 87 % en los últimos 15 años, con 4 899 personas en esta situación.
Cabe destacar que factores previos como traumas, abuso físico, orfandad, encarcelamiento, intentos de suicidio y consumo de drogas aumentan el riesgo de sinhogarismo. A su vez, esta circunstancia incrementa las posibilidades de padecer trastornos mentales, enfermedades crónicas y mortalidad prematura.
La situación es especialmente preocupante para las mujeres que viven en la calle, ya que presentan características, necesidades y trayectorias de vida claramente más vulnerables en comparación con los hombres en las mismas circunstancias. Esto se puede explicar, entre otras cosas, porque ellas experimentan un sufrimiento psicológico, deterioro de la salud e inseguridad notablemente........