El pasado enero de este 2024, año en que más personas en la historia han sido llamadas a las urnas de votación, se estrenó con una advertencia: el Informe sobre Riesgos Globales 2024 del Foro Económico Mundial afirmaba que el mayor riesgo a corto plazo procedía de la desinformación, alentada por las posibilidades de la inteligencia artificial (IA).
En un mundo aquejado por guerras globales y graves crisis climáticas se ponía en la desinformación el mayor riesgo que podría generar un conflicto global intensificado. Sonaba exagerado, y quizás lo sea. Han transcurrido ya dos terceras partes del año 2024 y no ha habido aún evidencias de que la IA haya manipulado una elección de manera decisiva. Además, hay algunas buenas noticias: los electores parecen aprender rápido y hay nuevas herramientas para hacerle frente a la desinformación.
El caso de la elección presidencial venezolana podría dar muestras de ello. Allí, la tecnología viene jugando un rol positivo para la democracia. Transcurridas seis semanas de las elecciones, sin que el Gobierno de Nicolás Maduro libere los resultados electorales secuestrados, la única data electoral verificada es la hecha pública por la oposición.
En un principio, el comando de campaña de Edmundo González Urrutia y María Corina Machado divulgó copias de las actas escaneadas a través de un enlace, horas más tarde del primer parte electoral oficial. Pero cuatro días después, tras varios días de ataques de Maduro y otros altos cargos del Gobierno contra González y Machado, se dio acceso público a las bases de datos directamente. Los datos arrojaban un 67 a 30 a favor de la oposición, y 4 millones de votos de diferencia.
En Venezuela nunca antes hubo open data –datos en abierto– electoral, pero en este proceso ello desencadenó una dinámica muy distinta respecto a la defensa del voto. Los datos abiertos que suministró el comando ganador tras la jornada electoral del 28 de julio permitieron múltiples auditorías por parte de más de una docena de entidades independientes y académicos de distintas partes del mundo.
Además de los informes técnicos de observadores internacionales como el Centro Carter y el........