«¿Dónde está el mundo?», pregunta el padre palestino ante el cuerpo de su hija quemada y desmembrada en el último ataque israelí. –La Jornada, mayo 27 de 2024.
El cinismo criminal del occidente imperial no tiene límites, como lo muestra su apoyo y legitimación del genocidio que Israel realiza en la Palestina histórica. Ese genocidio, que sufren en carne viva los habitantes de Gaza, no es un asunto jurídico como quieren hacernos creer los ideólogos del nazi-sionismo dispersos en distintos lugares de Estados Unidos, Europa y otros lares y que hablan a través de falsimedia, las redes antisociales y desde confortables torres de marfil de su pedestal académico.
El decrépito presidente de Estados Unidos, Joe Biden, copartícipe en el crimen de lesa humanidad, dice que “lo que está pasando en Gaza no es un genocidio” y esa misma mentira es la que repiten los corifeos de Europa para quienes “Israel es una democracia y por tanto no puede ser genocida” y tiene el derecho a autodefenderse, término que se emplea para darle un carácter benigno a la limpieza étnica, a los crímenes de guerra, a los crímenes de lesa humanidad y al genocidio con el que pretende exterminar al pueblo palestino.
El genocidio sigue en marcha, pese a las protestas antisionistas en muchos lugares del mundo, porque no hay ningún poder efectivo, material y militar que lo detenga. Ocurre porque Estados Unidos, Alemania y la Unión Europea arman a los criminales de Israel para que masacren a los palestinos. Ocurre porque las corruptas monarquías árabes, aparte de retórica insustancial no cortan el chorro de petróleo que mantiene en funcionamiento el aparato genocida de Israel. Ocurre porque no existe ningún apoyo militar efectivo a los palestinos para enfrentar al poderosos equipo criminal de Israel.
Las declaraciones altisonantes de la inútil Organización de Naciones Unidas........