Todo arranca desde la cosmovisión, desde la concepción del mundo que emana de la práctica histórica. Quienes llegaron al continente americano, las bestias que hicieron desaparecer a sus habitantes y continuaron con la esclavización, los yanquis, aplican su manera de interpretar el mundo, pero debe saberse que tienen papeles repartidos. Su serie criminal es tan real como que es diaria y comprobable, y su maquinaria de influencia perversa en las mentes, creación intrínseca, que es más oscura es, en otra medida, también conocida.
Y por eso mismo no se va a hablar aquí de su músculo militar, se va a hablar de la maquinaria que infiltra en el mismísimo campo de ideas de los seres humanos que aspiran a un “mundo diferente”. La maquinaria la han compuesto, desde la organización estatal que trata de englobar todos los aspectos de la vida, lo que llaman globalización, con organizaciones de lo más variadas que a su vez se desdoblan y emplean servidores divididos en parcelas políticas, sociales, profesionales, periodísticas, intelectuales, … sirviendo al objetivo.
La organización estadounidense usa diferentes departamentos que se emplean en el seguimiento de cada país y en su orientación “voluntaria”, o aceptan servirles, o les cae la industria de la muerte. El centro de partida lo forman la National Endowment for Democracy (NED) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), se reparten los papeles: la NED mueve fichas de carácter político y la USAID se dedica a hurgar en los asuntos “sociales” de cada país, dos pies unidos y compenetrados para conducir al mismo fin.
Respondiendo a la necesidad específica trabajan en el campo de los gobiernos de izquierda y las organizaciones de la sociedad en general, así sean políticas, sindicales, sociales reivindicativas, religiosas… ¿Y qué hay en las organizaciones de izquierda y restantes?, militancia crítica rebelde al dominio extranjero, grupos de influencia diversa, y para eso la NED y la USAID tienen que articular redes y disponer........