El sitio de la izquierda está en la oposición

Muy cabreadas estaban las más de 100.000 personas, mayoritariamente jóvenes, que el pasado 13 de octubre salieron a las calles de Madrid exigiendo una vivienda asequible y clamando contra los especuladores que la hacen imposible. También ponían a caldo a las Administraciones que permiten que la especulación fluya, cuando no la alientan expresamente. Censuraban a Ayuso y pedían la cabeza de la ministra de Vivienda. Porque saben que, en lo tocante a la regulación, las competencias en vivienda son de las autonomías, pero la ley marco y, sobre todo, la pasta(hasta un 75%)la pone el Estado.

En esa manifestación se produjo un hecho sin precedentes en la historia de este país: organizaciones que están en el gobierno participando en una movilización contra éste. En un asunto, además, nuclear que determina el grueso de la política social y económica. Hay que admitir que el cuadro es un tanto surrealista: quienes recusan unas políticas han contribuido decisivamente, por activa o por pasiva, a su implementación desde el poder.

Sostenía Yolanda Díaz en una entrevista que un gobierno progresista no podía ser tan sólo de resistencia, sino que ha de transformar. Pero creo que hay que negar la mayor: el........

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