La sociedad norteamericana es una sociedad acosada por los síntomas de su crisis interna, paralela al declive de su predominio económico y geopolítico a nivel internacional. Aunque aún es el hegemón, fuertemente armado y el que más invierte en gastos militares, la emergencia de nuevos y poderosos actores erosiona constantemente su influencia y poderío. A pesar de la amplia presencia de sus legiones imperiales en diversas latitudes, los bárbaros insisten en pasar.
La espera por los bárbaros y la amenaza de estos, signa la mentalidad de sus principales líderes políticos, los cuáles, enfrascados en mostrarse como líderes fuertes, pierden de vista los principales problemas internos que acentúan las fracturas en su sociedad.
Un buen ejemplo lo tenemos en el reciente debate entre los dos candidatos de los partidos principales para las elecciones de este año 2024. Reeditando la pugna de 2020, el republicano Donald Trump y el demócrata Joe Biden compiten por la oficina oval. El encuentro de este 27 de junio se pudiera resumir como un intercambio de ofensas, mentiras, acusaciones, promesas vagas, contradicciones y orgullo golfista entre dos ancianos, uno con cargos penales y el otro con evidentes fallos cognitivos.
Al día siguiente del debate, la conocida revista Time publicó una portada donde se ve a Joe Biden retirándose, contra un fondo rojo y la........