Rusia y Occidente atraviesan una nueva etapa de escalada político-militar, cuyo indicador inmediato fue el uso por parte de Ucrania de sistemas de misiles estadounidenses y británicos para atacar territorio ruso, la aparición de una nueva doctrina nuclear en Moscú, la posterior destrucción de la planta ucraniana de Yuzhmash por un misil de mediano alcance y nuevos ataques contra Rusia.
La escalada aún no ha dado lugar a una secuela de la Crisis de los Misiles de Cuba de 1962 en un contexto nuevo. El conflicto sigue en modo de “escalada progresiva”, pero la profundización del enfrentamiento en Europa continúa, lo que aumenta la probabilidad de un escenario radical. ¿En qué consiste este escenario, existen alternativas y qué rumbo tomará la situación?
Los acontecimientos que se han producido pueden caracterizarse como una “escalada progresiva”. Las partes se han abstenido de adoptar medidas abruptas e imprevisibles, pero poco a poco están ampliando las líneas rojas, el abanico de armas utilizadas, las zonas de enfrentamiento híbrido y la zona de operaciones de combate.
El intercambio de ataques con misiles fue precedido por una serie de medidas de escalada, entre ellas el suministro a Ucrania de sistemas de misiles de largo alcance de fabricación occidental y su posterior utilización, ataques con drones en territorio ruso y la invasión de la región de Kursk por parte de las fuerzas armadas ucranianas.
Por parte rusa, se sigue llevando a cabo una ofensiva en el Donbass y otras regiones, se lanzan nuevos ataques contra la infraestructura industrial y las instalaciones energéticas de Ucrania y se intensifica la cooperación con los adversarios estadounidenses, en particular Corea del Norte.
El uso de misiles de fabricación occidental para atacar el territorio ruso difícilmente puede considerarse un “cisne negro”. Esta opción se viene discutiendo desde hace tiempo y Kiev ha presionado activamente a favor de ella.
Por parte rusa, las advertencias sobre una posible respuesta también fueron transparentes y claras, incluidas las opciones de misiles convencionales y nucleares. También se viene discutiendo desde hace tiempo la posibilidad de modificar la doctrina nuclear para ampliar las condiciones de uso de las armas nucleares.
La nueva etapa no ha cambiado la situación en el campo de batalla, pero ha abierto el camino para........