Regresa con la libertad, por Alexander Cambero

X: @alecambero

El mundo fijó sus ojos en Oslo. El premio Nobel hecho mujer en la arquitectura de un país. Millones de ciudadanos recibieron simbólicamente el galardón que rinde culto a su ardiente lucha por la libertad. Su hija Ana Corina Sosa leyó un magistral discurso, escrito por su madre, en donde en cada párrafo se refleja el compromiso con la suerte de la nación.

No es la suntuosidad de una ceremonia con el esplendor de la nobleza europea. Es la dimensión de un proceso cocido con el sacrificio en donde las lágrimas abonaron el camino hacia la democracia. Como un océano alzado sobre sus procelosas aguas en la mayor de las gestas del último tiempo. Con ella la República encontró un escudo a prueba de argucias.

La comunidad internacional honra su titánico esfuerzo. En este tránsito, la experiencia de miles de caídos. Rehenes en su propia tierra tras los barrotes de una celda donde los sueños no murieron. Voces en el silencio de desaparecidos que no tienen una marca en la tierra en donde el recuerdo posea una lápida. La vileza como ejercicio predilecto de una conducta de seres desdichados nacidos del estiércol del averno.........

© Tal Cual