El costo de perder la confianza |
Boecio, cuyo nombre completo es Anicio Manlio Torcuato Severino Boecio, formuló una de las definiciones de persona más célebres y citadas en cualquier curso de Filosofía: “sustancia individual de naturaleza racional”. Para él, la persona se caracteriza por estar individualizada en un cuerpo propio con conciencia propia —la sustancia— y por una naturaleza supuestamente racional. Sin embargo, cuanto más creo entender a la humanidad, menos convencida estoy de que la “racionalidad” sea lo que realmente nos define.
La persona, sobre todo, es un manojo de emociones que va adquiriendo racionalidad conforme crece, dependiendo completamente del lugar en el que lo haga, del contexto cultural, de la educación, del privilegio e incluso de las oportunidades. El cerebro límbico, reptiliano o primitivo define lo más importante de nuestras vidas: de quiénes nos enamoramos, cómo nos defendemos al sentirnos amenazados (incluso mediante actos delictivos), de quiénes y cómo nos separamos o peleamos; define el nacimiento, el parto, la supervivencia. Y después viene todo lo demás.
En ese cerebro se desarrolla la confianza, entendida como oposición al estado de supervivencia. Ese mismo cerebro nos indica cuando un lugar es seguro y, al mismo tiempo, activa la amígdala, derrama cortisol y reconfigura todo para la huida cuando percibe riesgo o peligro. Pero ser una sustancia individual de naturaleza emocional con potencia racional —como creo que realmente somos— implica que las emociones y la confianza tienen impacto no solo individual, sino también colectivo, al grado de constituirse en indicadores económicos y sociales. La........