Ante la crisis económica

La sola cifra del crecimiento económico desde que el obradorismo llegó al poder debiera ser suficiente para dimensionar el problema estructural del nuevo modelo político-económico. El país no puede sostenerse sin crecimiento; la redistribución de la riqueza y la mejora de los sectores menos favorecidos, si es que eso significan las cifras oficiales, no son sostenibles en una economía que no crece. Insistir en un modelo de gasto, generando una creciente deuda pública y frenando la inversión, provoca un desequilibrio que, más temprano que tarde, habrá de atenderse, y conforme más se retrase, mayor el costo.

La peor respuesta del gobierno a la crisis económica es la negación. Forma parte del modelo populista e igual ocurre en México y en Estados Unidos con Trump. Responden fake news y números no representativos de la realidad. Los gobiernos se mueven a su antojo, a pesar de que los indicadores anticipan desastre. En parte es la soberbia moral que acompaña al proyecto: la causa lo merece todo, incluso ignorar la realidad y sus consecuencias desastrosas. También suele presentarse la falsa creencia de que las dificultades son........

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