Entiendo lo que haces para defender a tu gobierno histórico. Lo entiendo, lo apruebo y lo aplaudo. Eres el gobernante de México que más injustamente ha sido atacado en los medios. Te calumnian y te insultan a diario, aun decenas de veces al día, tanto en los medios de comunicación tradicionales como en los portales de internet y, sobre todo, en las redes sociales. Las campañas en tu contra son tan perversas que llegan al extremo de lastimar a tu esposa y a tus hijos, inclusive al menor de edad.

Como tienes al pueblo de tu lado, presidente, la inmoralidad de periodistas y gente de los partidos políticos de oposición no ha logrado hacer que disminuya tu popularidad. Ha ocurrido más bien lo contrario: la aprobación a tu administración que miden las encuestas ha aumentado con el paso de los años. Uno de los estudios más serios, el de Covarrubias y Asociados —publicado en La Vanguardia de Barcelona, España— la ubica en un altísimo, nunca visto 80%, que debe ser un récord mundial para un gobernante al final del único o último periodo para el que se le eligió.

Es importante que defiendas tu proyecto tan agredido por quienes no se resignan a que México deje de ser el paraíso de la corrupción. Sabemos cuál es la motivación de los y las columnistas que mienten con tanta frecuencia en relación a tu gobierno: el odio generado porque perdieron privilegios. Un odio alimentado por la rabia de personajes de la política y el sector empresarial que se enriquecieron gracias a los negocios tan fáciles como lucrativos que en el pasado hicieron basados en arreglos muy sucios con funcionarios todavía más nauseabundos.

La última gran mentira de los medios tiene que ver con el general secretario, Luis Crescencio Sandoval González. Una verdadera vergüenza, Andrés. Primero la asociación civil fundada por Claudio X. González lo acusó de haber realizado viajes faraónicos por todo el mundo. Después, otros medios hicieron crecer tal falsedad. Confieso que al principio creí que era cierto lo publicado, ya que la fuente eran correctos electrónicos de la Secretaría Defensa que hackeó un grupo llamado Guacamaya, que podría ser el alias de una agencia extranjera o de organizaciones empresariales mexicanas. Desgraciadamente, no se aplicó un principio básico del periodismo de investigación: no publicar hasta tener la certeza de que se trata de una verdad irrefutable. En este caso, no hay tal verdad.

El general secretario explicó que solo conoce una ciudad de Europa, París, Francia, a la que acudió dos veces el sexenio pasado por razones de trabajo. Y vacacionar, lo que se dice vacacionar, no lo ha hecho en 20 años. En el actual gobierno ha salido de México, pero solo por motivos oficiales, en ocasiones acompañado por su familia a la invitan los anfitriones, algo perfectamente normal.

Se ha cuestionado también al general Sandoval por haber comprado en 9 millones de pesos un apartamento que, según los medios, tiene un valor de 30 millones. Diría el dueño de Milenio, Francisco González, esa mentira no es verdad. He consultado a gente que se dedica a las ventas de inmuebles en esa zona, y me dice que está devaluada por el exceso de construcciones de mala calidad. Puede haber casas, con más metros de construcción y de terreno, que lleguen a venderse en ese precio, pero departamentos no. Por lo demás, se trata de un debate inmobiliario sin sentido porque el secretario de la Defensa adquirió el depa en obra negra —quizá dañado por 11 años de abandono— y con un crédito del Banco del Ejército.

Lo único que procede con el general Sandoval, estarás de acuerdo Andrés Manuel, es que los medios se disculpen. Pero no lo harán y seguramente insistirán en sus calumnias. Ni modo, es la prensa que tenemos. Te beneficia, presidente, que buena parte del periodismo mexicano sea tan mentiroso: te ayuda a fortalecer tu popularidad en vez de disminuirla. Aprovechas cada infamia mediática para recordar que hay propietarios de medios que no están en tal industria por amor al periodismo, sino para hacer negocios. Como Manuel Arroyo, de El Financiero: “Tenía vínculos con el gobierno. Y no sólo eso, créditos de la banca del desarrollo, 100 millones de dólares, y contratos con el gobierno para un reclusorio. Porque esto parece el mundo al revés, los corruptos cuestionando a la gente honesta. Ya basta de cinismo”.

Pero, querido presidente, entre tantas mentiras contra tu gobierno en los medios de comunicación se difunden algunas verdades que debes atender. Como el reciente escándalo de las nadadoras que triunfaron sin apoyo de la agencia gubernamental que se supone está obligada a apoyar a deportistas de alto rendimiento, la dirigida por Ana Guevara. Esta exatleta falló, y no hay manera de negarlo. Hubo por fortuna un hombre del sector empresarial que apoyó a las competidoras, Arturo Elias Ayub, quien en mi opinión merecería que lo invitaras a la mañanera para que lo homenajearas.

Conozco a Arturo desde hace muchos años, desde 1997 o quizá desde antes: desde que empecé a trabajar para fundar la revista Milenio. No tenemos coincidencias de ningún tipo. Sobre todo hemos discutido acerca de tu proyecto político, que yo he apoyado hasta donde he podido y que a él no le parece. Es su derecho no pensar como tú, Andrés, y lo sabes. Pero jamás lo he visto participar en campañas de guerra sucia en tu contra ni en contra de nadie. Arturo Elías AYub es un ser humano con principios éticos firmes.

En el caso de las nadadoras, las ayudó. Hay que aplaudirle y suplicarle que siga ayudando a quienes Ana Guevara no apoye. La falta, y muy grave, es de la señora Guevara, que no conforme con haber incumplido con su obligación se ha lanzado a los medios a insultar a las deportistas. No se vale.

Toda la prensa mexicana no te hace tanto daño, Andrés Manuel, como esta funcionaria ensoberbecida que, perdona el atrevimiento, deberías ya despedir. Qué bueno que le perdonaste por haber ejercido en 2015 su derecho constitucional a pedir a la gente votar por el PRI en Sonora. Habla bien de ti, presidente, que no exijas lealtad ciega.

Yo pensaba que como fue atleta importante iba a entender a los y las deportistas. No ha sido el caso. Para colmo, ahora insulta a las campeonas. Ella te perjudica más, presidente, que las notas amarillistas de Reforma, las columnas mentirosas de El Financiero y los enredos para nada periodísticos de El Universal. Es lo que creo.

En fin, Andrés, en relación a Arturo Elías Ayub, insisto en que se ganó una felicitación tuya en el horario estelar de la mañanera.

Me despido deseándote lo mejor, presidente.

QOSHE - Andrés Manuel: premiar a Elías Ayub. Prensa, disculparse con el general Sandoval - Federico Arreola
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Andrés Manuel: premiar a Elías Ayub. Prensa, disculparse con el general Sandoval

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19.05.2023

Entiendo lo que haces para defender a tu gobierno histórico. Lo entiendo, lo apruebo y lo aplaudo. Eres el gobernante de México que más injustamente ha sido atacado en los medios. Te calumnian y te insultan a diario, aun decenas de veces al día, tanto en los medios de comunicación tradicionales como en los portales de internet y, sobre todo, en las redes sociales. Las campañas en tu contra son tan perversas que llegan al extremo de lastimar a tu esposa y a tus hijos, inclusive al menor de edad.

Como tienes al pueblo de tu lado, presidente, la inmoralidad de periodistas y gente de los partidos políticos de oposición no ha logrado hacer que disminuya tu popularidad. Ha ocurrido más bien lo contrario: la aprobación a tu administración que miden las encuestas ha aumentado con el paso de los años. Uno de los estudios más serios, el de Covarrubias y Asociados —publicado en La Vanguardia de Barcelona, España— la ubica en un altísimo, nunca visto 80%, que debe ser un récord mundial para un gobernante al final del único o último periodo para el que se le eligió.

Es importante que defiendas tu proyecto tan agredido por quienes no se resignan a que México deje de ser el paraíso de la corrupción. Sabemos cuál es la motivación de los y las columnistas que mienten con tanta frecuencia en relación a tu gobierno: el odio generado porque perdieron privilegios. Un odio alimentado por la rabia de personajes de la política y el sector empresarial que se enriquecieron gracias a los negocios tan fáciles como lucrativos que en el pasado hicieron basados en arreglos muy sucios con funcionarios todavía más nauseabundos.

La última gran mentira de los medios........

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