La Cumbre del grupo BRICS, en Kazán, marca el fin de la dominación del G7 sobre el mundo. Las reglas anglosajonas que “organizaban” las relaciones internacionales serán reemplazadas progresivamente por los compromisos que cada Estado ha contraído y que tendrán que ser respetados. Esta revolución recuerda los esfuerzos de Rusia y Francia por fundar un derecho internacional, en 1899, esfuerzos torpedeados por la Conferencia del Atlántico y por el duopolio conformado por Estados Unidos y Reino Unido.
La 16ª Cumbre del grupo BRICS acaba de realizarse en Kazán (Rusia) del 22 al 24 de octubre [1]. Además de los 9 jefes de Estado y/o de gobierno de los países miembros de ese grupo, también estuvieron presentes los de otros 11 países y una veintena de Estados presentaron sus solicitudes de adhesión.
Este importante evento es resultado de la estrategia iniciada en 2009 por el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; el entonces presidente del gobierno de la Federación Rusa, Vladimir Putin; el primer ministro de la India, Manmohan Singh; y el presidente de la República Popular China, Hu Jintao. Esos 4 dirigentes imaginaron un sistema de relaciones internacionales, basadas en la Carta de las Naciones Unidas, que debe permitir el desarrollo de todos los países. El objetivo de aquellos 4 dirigentes no era levantarse contra el imperialismo occidental del G8 –es importante recordar que en aquel momento Rusia incluso era miembro del G8– sino explorar una nueva vía, sin los anglosajones.
Vladimir Putin desempeñó un papel central en la creación del nuevo órgano de cooperación –también tuvo un papel fundamental el zar Nicolás II en la creación del derecho internacional, en 1899 [2]. Fue Vladimir Putin quien organizó la primera Cumbre de los BRICS, en Ekaterimburgo, aunque fue el entonces presidente Dimitri Medvedev quien representó a Rusia.
Al ser entrevistado en ocasión de la Cumbre de Kazán, Vladimir Putin reafirmó, citando las palabras del primer ministro de la India, Narendra Modi, que «los BRICS no son una organización antioccidental sino no occidental».
En la declaración final de la Cumbre, los jefes de Estado y/o de gobierno de los BRICS abordan por separado 4 temas [3]:
– El multilateralismo;
– la cooperación para la estabilidad y la seguridad;
– la cooperación económica y financiera;
– los intercambios entre los pueblos.
Después de observar que, independientemente de los centros de poder occidentales, van surgiendo nuevos centros de poder, los países del grupo BRICS reafirman su apego a la Carta de las Naciones Unidas, recordando que todos los miembros del BRICS –con excepción de Emiratos Árabes Unidos, que todavía no era independiente– participaron en la redacción de la Carta. Los BRICS se pronuncian seguidamente por una reforma de la ONU y de sus agencias, para que estas se adapten al mundo actual e integren los nuevos poderes. Si bien no proponen fechas para que se concreten reformas del Consejo de Seguridad de la ONU y del Fondo Monetario Internacional (FMI), sí fijan el año 2025 para que se reformen la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el consejo de administración del Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo (BIRD).
Los BRICS consideran ilegales las medidas coercitivas unilaterales, o sea las “sanciones”, tanto políticas como económicas, que ciertos países y grupos de países imponen a otros sin contar con el Consejo de Seguridad de la ONU.
En lo tocante al medioambiente, los BRICS respaldan los trabajos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIEC), pero no se pronuncian sobre las conclusiones que las potencias occidentales sacan de esos trabajos. Los BRICS expresan además su profunda preocupación ante los intentos de vincular la seguridad al programa de medidas sobre el cambio climático. En otra parte de la Declaración de Kazán (§ 83), los BRICS condenan que el clima sea utilizado como pretexto para imponer medidas proteccionistas unilaterales, punitivas y discriminatorias. En cambio, apoyan la cooperación en la lucha contra los gases de efecto invernadero, de conformidad con el artículo 6 de los acuerdos de París (§ 85). No está de más recordar que la Academia de Ciencias de Rusia cuestiona la hipótesis que todos remachan en Occidente, según la cual el cambio climático es supuestamente consecuencia de la actividad humana.
En la Declaración de Kazán, los BRICS se comprometen a promover y proteger los derechos humanos, incluyendo el derecho al desarrollo y las libertades fundamentales en el marco de los principios de igualdad y de respeto mutuo. Idénticamente se comprometen a intensificar la lucha contra el racismo, contra la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia asociadas a los anteriores, así como la discriminación basada en la religión, en la fe o la convicción y contra todas sus formas contemporáneas en todo el........