Los supuestos resultados electorales de Estados Unidos son como un buñuelo, una “cosa mal hecha” tal y como define el diccionario al “buñuelo”, y yo diría algo más del buñuelo: es una pequeña masa para freír en la sartén, y caiga del lado que caiga cuando se ha frito, él mismo, se da la vuelta para freírse por el otro lado.
¿Trump es la cara del otro lado del buñuelo?
Ahora emerge el interior del amasijo diciendo que es un hombre de negocios, negocios amasados para hacer buñuelos como los siguientes:
bloqueo a Cuba al que suma 243 medidas de asfixia, nombramiento de Narco Rubio, quien promete con la amasadura en la boca más y más del bloqueo criminal; debe recordarse que también es el autor del buñuelo Guaidó, fue el amasador de turno del complejo industrial de la matanza humana que se freía en Afganistán, así como lo ansiaba y parece que lo ansía en Irán, y no se olvide que es el criminal que se vanagloria de haber ordenado el asesinato del General Soleimani, y es el que firma el rompimiento de la legalidad internacional robando Jerusalén para poner su embajada y encubrir a su ladrón colonial, ese grandísimo buñuelo que fabricaron los regímenes imperiales europeos, otra de sus “cosas mal hechas” es lo que llamó los Acuerdos de Abraham.
¿Y Pompeo, y Abrahams, …?, y la puesta de Cuba en su lista, es un triunfo de países alentadores de terrorismo, Yugoslavia,........