Carta de Marx con motivo de los 35 años de la caída del Muro de Berlín

No puedo dar los detalles precisos, sino simplemente hacer saber que recibí esta carta, firmada nada más y nada menos que por Carlos Marx. Con mi pobre alemán me permití hacer la traducción, y como creo que esto es muy importante, hago circular el texto de marras en su versión española.

Trabajadores del mundo:

Las fuerzas de la derecha internacional festejan alborozadas estos 35 años de la caída del Muro de Berlín. Pero se equivocan. ¿Qué festejan en realidad? ¿El fin del socialismo?

La historia, contrariamente a como dijo ese apologista del sistema, un tal Francis Fukuyama, hace algunos años atrás, no ha terminado. ¿De dónde saldría tamaño disparate? La historia continúa su paso sin que sepamos hacia dónde va. Hoy, sin temor a equivocarnos, dadas las características que ha tomado el sistema capitalista internacional, perfectamente podría estar dirigiéndose hacia la aniquilación de la especie humana, dado el afán de lucro imparable que lo alimenta, y que bien podría llevar al holocausto termonuclear de activarse todas las armas de destrucción masiva que existen sobre la faz del planeta. O también, dado ese afán insaciable de obtención de ganancia que no puede eliminar, a la destrucción del planeta por el consumo irracional que se está llevando a cabo que, lenta pero irremediablemente, de continuarse esta tendencia, está terminando con el planeta Tierra.

Las fuerzas de la derecha cantan victoriosas su supuesto triunfo, pero en realidad no hay ningún triunfo. Como escribí alguna vez en mis años mozos, siendo discípulo del Profesor Hegel, quien tanto marcara mi vida: “El amo tiembla aterrorizado delante del esclavo porque sabe que, inexorablemente, tiene sus días contados; por eso se defiende tanto.” La situación actual del mundo, ya entrada la tercera década del siglo XXI, nos lo deja ver de modo fehaciente: la clase dominante, cada vez más, gasta ingentes cantidades de dinero (bueno, en realidad las gana finalmente), sumas monumentales que se podrían usar para otras cosas más útiles en términos humanos, para eso que llaman “defensa”. ¡Qué irracionalidad! Eso incluye la interminable parafernalia de armas hiper desarrolladas, inconcebibles en mi tiempo, más todo el arsenal cultural-mediático-ideológico que existe hoy día. En el siglo XIX, donde yo vivía, no había estos prodigios técnicos que sé que hay actualmente; pero según me he informado, ingenios fabulosos que sirven, básicamente, para el control social. Sin dudas, el sistema capitalista tiene terror pánico a que la masa trabajadora reaccione.

¿Qué quise decir en su momento con esta frase, algo enigmática quizá, de cuño hegeliano, frase que nunca publiqué, escrita antes de ponerme a estudiar economía política para luego redactar el Tomo I de El Capital? Pues no es nada complicado: aparentemente el sistema capitalista “triunfó” de manera inexorable sobre las experiencias socialistas que se estaban construyendo, siendo la demostración palpable de........

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