A tal modo de producción, tal guerra. Los europeos conquistaron América con acero y arcabuces contra pedernal y flechas. Cerca del 70% del PIB global lo produce actualmente el sector terciario, que maneja información, comunicaciones, educación, investigación científica, administración, finanzas, propaganda, entretenimiento.
Los nuevos objetivos estratégicos son vastos sistemas regidos informáticamente. La táctica no busca destruirlos, sino dominarlos para que entreguen al agresor casi intactos los bienes que administran o custodian. Como decía Voltaire, en la guerra de lo que se trata es del robo. Vivimos el mundo de la Cyber War o Cyber Warfare, la Guerra Informática. Las redes cubren el mundo: el conflicto en ellas bien puede ser considerado Guerra Mundial.
La política, y su continuación la Guerra, se fundan en mentiras. El conflicto clásico ataca nuestro cuerpo; la Cyber War nuestra conciencia. Como todos los poderes, como la guerra convencional misma, opera fuera de la decisión y el conocimiento de los pueblos que la padecen. Sus mecanismos, como los de los proyectiles teledirigidos, son secretos e ininteligibles para las víctimas. Larvatus prodeo, avanzo enmascarado, afirmó Descartes. Tal es el lema común de políticos y ciberguerras.
El 29 de julio de 2024, poco después de medianoche, el Consejo Nacional Electoral anunció los resultados irreversibles de la elección presidencial, sobre el 80% del total de los sufragios. De inmediato, sus páginas web quedaron bloqueadas, por lo cual sólo cuatro días después se dieron resultados absolutamente definitivos.
El experto auditor externo del CNE Víctor Teotkisto informa que “el........