La relación México-Estados Unidos en la incertidumbre

Las primeras semanas del gobierno de Trump han resultado aún más amenazantes y disruptivos de lo que se había esperado. Los anuncios relativos a la nueva geopolítica mundial que, encabezada por Estados Unidos, pretende apropiarse de Groenlandia, controlar el Canal de Panamá, convertir la franja de Gaza en la Riviera del Medio Oriente, desmantelar a la OTAN y arreglar, conjuntamente con Rusia, el fin de la guerra de Ucrania son sólo un botón de muestra de ambiciones imperialistas desbocadas, indiferentes a principios elementales que permitan una convivencia civilizada entre países y regiones del mundo.

La noticia de un proyecto de ley presentada por líderes republicanos en el Congreso para revocar la pertenencia de Estados Unidos a la ONU es impactante. Sus consecuencias para el destino de las instalaciones existentes en Nueva York, el presupuesto de la organización (Estados Unidos siendo el mayor contribuyente) auguran el fin de las Naciones Unidas. Este final iría precedido de un discurso pleno de descalificaciones sobre el mal funcionamiento de la organización, su ineficiencia y objetivos contrarios, según los representantes de Trump, al interés de Estados Unidos.

El ambiente internacional que se está conformando deja pocas posibilidades para contrarrestar la arrogancia, la soberbia y la irracionalidad que acompaña la nueva era de Trump, cuyo rasgo sobresaliente es el desconcierto y la impotencia que provoca.

En México tales son los sentimientos que dominan. Por una parte, poco se ha avanzado en la definición de los aranceles que serán aplicados a partir del próximo 14 de marzo. Las pláticas apenas han comenzado y al momento de escribir estas líneas el panorama sigue siendo bastante opaco.

Por otra parte, la presencia........

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