La amnistÃa ha vuelto a ser un tema de actualidad. La iniciativa presentada por el senador Ricardo Monreal Ãvila asà lo demuestra. Respecto de ésta, de inicio emito un juicio preliminar: es contraria a la Constitución. Lo que es grave.
El momento elegido para presentarla al Congreso de la Unión da lugar a sospechas, lo que es censurable. ¿Por qué ahora y no antes se presenta? ¿Por qué desvirtuar su naturaleza legislativa y convertirla en ejecutiva? Si esta iniciativa oliera, dirÃa que apesta o, como se decÃa antes: jiede.
Considero haber dicho todo lo que tenÃa que decir sobre la amnistÃa, pese a ello, para aclarar su naturaleza y poner en sobre aviso a la opinión pública respecto de lo sospechoso de la maniobra del senador Monreal, reitero algunas ideas.
La amnistÃa, en el fondo, es un instrumento de dominación: se recurre a ella para lograr el sometimiento de opositores insumisos a los que es impolÃtico perseguir, imposible someter o es conveniente cooptar, en mérito a alcanzar una obediencia aceptable, pacÃfica o llevadera.
Cuando alguien se inconformaba con el rey o una autoridad, se alzaba en armas y se iba al monte; las autoridades, para pacificar el reino, ofrecÃan a los alzados concesiones y un perdón a condición de que bajaran al llano y entregaran sus armas. De ahà viene el término allanarse, como sinónimo de rendirse.
En derecho procesal se habla de que una de las partes se allana cuando confiesa la demanda en su integridad; hacerlo da motivo a que el juez que conoce de la causa, al dictar sentencia, conceda una quita y una espera.
Por seguridad jurÃdica todas las gracias son irrevocables. Una vez concedida una amnistÃa o un indulto, quien los concedió no puede dar marcha atrás.
La amnistÃa, formal y materialmente, es un acto legislativo, por serlo es general y abstracto. Si bien........