CIUDAD DE MÃXICO (Proceso).â Resulta alentador escuchar la noticia del acuerdo alcanzado por Israel y LÃbano para fijar sus fronteras marÃtimas, con la mediación de Amos Hochstein por parte de Estados Unidos.
Después de 20 años, desde que en 2000 se supo de los yacimientos de hidrocarburos en el mar profundo en el Mediterráneo oriental, las autoridades de esos paÃses finalmente reconocieron las lÃneas divisorias, tomando como referencia el prospecto de Cana, supuestamente con ricos yacimientos cuyas dimensiones aún se desconocen.
Es de vital importancia un acuerdo entre paÃses cuya historia reciente los ha alejado, en particular desde la infortunada invasión de 1982 y la incursión aérea de 2006 por parte de Israel, llegando en ambas ocasiones hasta Beirut, aunque con objetivos muy diferentes. Por supuesto el reconocimiento de la frontera marÃtima no compromete la terrestre, con litigios que aún no se resuelven. El acuerdo se alcanzó pese a los amagos que realizó Hezbolá cuando una plataforma marÃtima flotante contratada por Israel hace unos meses inició trabajos de exploración para saber la cuantÃa de los recursos. Sin embargo, por ahora ha dejado de lado su diferendo.
Debieron sortearse varios problemas porque el Estado de Israel es poderoso polÃticamente y bien cimentado económicamente; en cambio, la república libanesa no logra salir de la crisis en la que la ha hundido su clase dirigente y ni siquiera cuenta con un gobierno sólido.
No obstante, de la lectura del acuerdo se desprenden ventajas para los israelÃes, como la concesión de los hidrocarburos en las zonas transfronterizas. Además, Israel negociará los derechos de explotación no con LÃbano âcomo debÃa suponerse, pues las condiciones no lo permiten por ahoraâ, sino con la empresa francesa Total Energies y de ésta dependerán los contratos de explotación israelÃes.
Nada más falso que del acuerdo surja la solución de los problemas económicos y financieros de LÃbano, porque aún hay que esperar los descubrimientos y después la explotación de los hidrocarburos, que sólo ocurrirá en un plazo aproximado de 15 años para contar con los ingresos de la producción. Y eso si se cuenta con los recursos cuantiosos para realizarla. En cambio Israel, como se mostró con la plataforma que ya está operando, cuenta con todo lo que se requiere para su operación y en un lapso menor se verá cuánto gas y petróleo pueden producir los yacimientos. LÃbano cuenta con la voluntad de Catar de unirse al consorcio formado por los grupos petroleros, como el francés Total y el italiano ENI, para la exploración y explotación. Por lo demás, la sociedad rusa Novatek se retiró, dejando su parte de 20% al gobierno libanés.
Para LÃbano la moneda está en el aire mientras no logre superar los desafÃos industriales, legales, financieros y administrativos, independientemente de las demarcaciones fronterizas ya aceptadas, aunque aún falta conocer las opiniones de Siria y TurquÃa, cuyas costas confluyen en esa parte del Mediterráneo. Y de eso dan cuenta las terribles dificultades que vive la población libanesa, que desde hace tiempo ni siquiera cuenta con electricidad para la vida cotidiana. DifÃcil de entender, pero la luz se ha convertido en un objeto de gran valor; y sólo la tienen quienes cuentan con generadores que deben alimentarse con combustóleo, que se encarece debido a la guerra Rusia-Ucrania.
El poder adquisitivo de los libaneses está a la baja. Ya ni siquiera vale la pena hablar de los miles de libras necesarias en la compra de dólares porque la desproporción es brutal. Eso ha generado una actividad desconocida hasta tiempos recientes, cuando los ahorradores, es decir, quienes han puesto sus ingresos en los bancos, recurren a medidas extremas para lograr parte de sus ahorros cuando viven las peores dificultades. Por todo el paÃs algunos han recurrido al secuestro de empleados, al bloqueo de salidas o hasta un caso reciente de un hombre que amenazó con autoincinerarse si no obtenÃa 5 mil dólares que requerÃa para salvar a su hijo de apenas dos meses. Las acciones continúan, pero los fondos no existen y los demandantes apenas consiguen un porcentaje muy menor a la cantidad que han ahorrado por una vida de trabajo. Pero simplemente las arcas están vacÃas. La corrupción extendida y auspiciada desde el gobierno las dejó asÃ.
Un problema que puede ser más grave ha regresado. Se trata del cólera, relacionado con las condiciones que han privado y se mantienen como consecuencia de la guerra en Siria. Hasta el momento de cerrar este artÃculo se han detectado 18 casos confirmados por la OMS y el secretario de Salud libanés. Las condiciones de miseria que viven los refugiados convierten a éstos en los más vulnerables. Sucedió en un campo situado entre el norte y Akkar, cerca de la frontera sirio-libanesa, asà como en uno entre Baalbek y Hermel. El bacilo Vibrio del cólera provoca sÃntomas como diarrea aguda, causada por la ingestión de alimentos y agua contaminados con materia fecal, pero el padecimiento puede también ser asintomático. Es claro que la falta de agua potable en los campamentos es consecuencia de instalaciones inadecuadas y de imposible solución, por la carencia de electricidad.
Aunque no se habla todavÃa de epidemia, el cólera ya ha provocado la muerte de más de 30 personas en Siria. La OMS ha puesto la alarma ante la posibilidad de su expansión, debido también a la resistencia de la bacteria a los antibióticos. La pandemia del covid-19, de la que apenas se está saliendo, ha dejado miedo y serios problemas hospitalarios y carencia de médicos, lo que dificulta las acciones para contrarrestar un mal que puede traer graves repercusiones.
Y mientras la sociedad muestra su hartazgo, la clase polÃtica escenifica una pieza de teatro en la que ya van varios actos para designar a un nuevo presidente, al llegar a su fin el periodo de Michel Aoun, en el que los libaneses pusieron tantas esperanzas. Los mismos actores repiten los monólogos ya conocidos y se avizora un âmás de lo mismoâ que difÃcilmente podrá sacar a LÃbano del hoyo en que se encuentra. Es por eso lamentable que una buena noticia sea neutralizada por tantas malas.
Análisis publicado el 27 de octubre en la edición 2400 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.
Una buena noticia y otras muy malas para LÃbano
CIUDAD DE MÃXICO (Proceso).â Resulta alentador escuchar la noticia del acuerdo alcanzado por Israel y LÃbano para fijar sus fronteras marÃtimas, con la mediación de Amos Hochstein por parte de Estados Unidos.
Después de 20 años, desde que en 2000 se supo de los yacimientos de hidrocarburos en el mar profundo en el Mediterráneo oriental, las autoridades de esos paÃses finalmente reconocieron las lÃneas divisorias, tomando como referencia el prospecto de Cana, supuestamente con ricos yacimientos cuyas dimensiones aún se desconocen.
Es de vital importancia un acuerdo entre paÃses cuya historia reciente los ha alejado, en particular desde la infortunada invasión de 1982 y la incursión aérea de 2006 por parte de Israel, llegando en ambas ocasiones hasta Beirut, aunque con objetivos muy diferentes. Por supuesto el reconocimiento de la frontera marÃtima no compromete la terrestre, con litigios que aún no se resuelven. El acuerdo se alcanzó pese a los amagos que realizó Hezbolá cuando una plataforma marÃtima flotante contratada por Israel hace unos meses inició trabajos de exploración para saber la cuantÃa de los recursos. Sin embargo, por ahora ha dejado de lado su diferendo.
Debieron sortearse varios problemas porque el Estado de Israel es poderoso polÃticamente y bien cimentado económicamente; en cambio, la república libanesa no logra salir de la crisis en la que la ha hundido su clase dirigente y ni siquiera cuenta con un gobierno sólido.
No obstante, de la lectura del acuerdo se desprenden ventajas para los israelÃes, como la concesión de los........
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