Todo parece indicar que Reino Unido tendrá su primer gobierno de izquierda desde 2010. Tras una serie de administraciones conformadas por el Partido Conservador, distintas señales apuntan a que el Partido Laborista arrasará en las elecciones de este año.
La más reciente de estas señales apareció este mes. En las elecciones regionales, celebradas en distintos puntos del paÃs hace algunos dÃas, los conservadores fueron vapuleados sin misericordia por los laboristas. El partido del actual primer ministro perdió alrededor de 400 posiciones locales, consejos municipales, gobiernos regionales y partes clave de Londres.
Este resultado es desastroso para los conservadores. Para su desgracia, también es consistente un sentir que rebasa los ámbitos locales. Las encuestas señalan que, al dÃa de hoy, el Partido Laborista obtendrÃa alrededor de 43% de los votos en una elección general, mientras que el gobernante Partido Conservador no pasarÃa de 24%; esto significa que no sólo el nuevo primer ministro serÃa laborista, sino que ese partido tendrÃa un control casi total del Parlamento británico.
La debacle del Partido Conservador no sólo es impresionante, también es pronunciada. Apenas en 2019, lidereados entonces por Boris Johnson, los conservadores le arrebataron 66 posiciones en el Parlamento a los laboristas. Esta victoria conservadora fue la más abultada desde el triunfo de Margaret Thatcher (1987); también implicó la captura de regiones tradicionalmente laboristas y que, en teorÃa, tendrÃan que haber votado por la izquierda.
Para rematar, este fenómeno ha ocurrido sin un gran proyecto o candidatura atractiva de los laboristas. Keir Starmer, actual lÃder de ese partido, carece de carisma y ha optado por una........