Azucena Uresti y las circunstancias actuales

Para mi primo Ricardo, con la confianza de que en su viaje encontrará la tranquilidad y la perfección que otros disfrutaban en los que él organizaba.

Parte de la comunidad intelectual mexicana está intoxicada con la polarización que tanto ha negado o denunciado. La salida de Azucena Uresti de Milenio evidencia, con claridad fuera de serie, las características de este fenómeno. Y también avisa de sus posibles consecuencias.

Para entender estas características y sus implicaciones es necesario empezar reconociendo un hecho destacable: al redactar su despedida ambiguamente y basarla en “las circunstancias actuales”, Azucena Uresti partió la arena en dos secciones bien demarcadas, aunque no necesariamente simétricas.

En una partición quedaron quienes han interpretado el lenguaje elegido por esta periodista como un medio para transmitir, de manera implícita pero indudable, que fue víctima de un arrebato autoritario surgido directamente desde la Presidencia. Este grupo grita “censura”, al tiempo que presenta a la conductora como un referente de periodismo crítico e independiente.

En la otra partición se encuentran quienes han visto en la vaguedad del comunicado una estrategia para fortalecer su posición frente al sector de la población que reprueba a AMLO o, más directamente, para lastimar la imagen del presidente. Quienes integran este grupo aseguran que posiciones de esta especie son consistentes con la trayectoria de Azucena Uresti.

Desde luego, la existencia de particiones en la comunidad intelectual mexicana no es nueva ni necesariamente perniciosa. Existen muchas formas de agrupar a la misma colección de individuos, incluyendo sus posiciones ideológicas, sus intereses o sus motivos. Es aquí donde cobran relevancia tres características, estrechamente interconectadas, que a mi juicio distinguen a nuestras circunstancias actuales.

La primera consiste en un ajuste de equilibrio.........

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