Kamala Harris será la candidata del Partido Demócrata a la presidencia de Estados Unidos. Su inminente postulación ha generado un fenómeno sin precedente: de la noche a la mañana los demócratas se han convencido de que pueden ganar, e incluso arrasar, a Trump y los republicanos. Atrás quedó la sensación de una inevitable derrota anunciada.
La pregunta obligada es si el sentimiento que ha invadido al partido demócrata está justificado. Y es que, a menos de 100 dÃas de las elecciones, las encuestas disponibles todavÃa muestran a Trump como puntero en la carrera por la presidencia.
Para responder a esta pregunta, empecemos notando que la emoción de los demócratas tiene una base inmediata.
El ascenso de Harris ha representado una evidente inyección anÃmica para su partido. Los demócratas estaban instalados en un fatalismo derivado de un largo y lento declive de las posibilidades de Joe Biden. No hace falta gran sagacidad para concluir que, de mantenerse como candidato el actual presidente, su partido no iba a llegar a ningún lado.
Kamala Harris ofrece una nueva oportunidad. Prueba de ello es la irrupción espectacular en el terreno de las redes sociales. Mucho se ha hablado de la viralización de memes basados en videos antiguos de la demócrata bailando o riendo de sus propias bromas. Estas imágenes, que en el pasado habÃan sido utilizadas por sus rivales para presentarla como poco seria, han sido resignificados positivamente por las personas más jóvenes.
A ello hay que sumar las encuestas difundidas, que muestran una mejora relevante de las posibilidades del Partido Demócrata desde que Kamala Harris se apuntó para reemplazar a Joe Biden como candidato. Para ser claro, no hay encuesta alguna que indique que, de ser hoy las elecciones, los demócratas mantendrÃan la presidencia. Sin embargo, es evidente que el despegue de Trump se ha detenido y que Harris es quien tiene ahora la tendencia ascendente.
Aunque es muy pronto para determinar si........