En el recuerdo está muy claro; cuando hace más de 20 años, en Semana Santa, nos divertíamos viendo pasar y contar los vehículos (más de 3.000) que se desplazaban hacia la Gran Sabana, otros preparábamos las maletas para ir a disfrutar las bellezas que la naturaleza brindó a Venezuela, sobre todo en este hermoso estado Bolívar y el resto esperando familiares que llegaban desde otros rincones a visitarnos y nos llenábamos de orgullo mostrando los lugares emblemáticos, las cataratas del Parque Cachamay, La Llovizna, Parque La Fundación, el Ecomuseo, Parque La Navidad.
Y otros, tomábamos carreteras hacia Upata, Tumeremo, Guasipati teniendo como meta El Callao, mientras los turistas que llegaban desde el occidente, del centro, de Caracas, del exterior y muchos más, continuaban en sus vehículos de doble tracción (algunos) cargado de equipajes, bidones, carpas, combustible, y el correspondiente alimento, para llegar a ese otro mundo: LA GRAN SABANA.
Se podía acampar en cualquier lugar, sin temor alguno a la inseguridad, la falta de alimentos, aguas y combustible, las autoridades correspondientes, Edelca, C.V.G. y las Fuerzas Armadas, pendiente de que todo saliera bien y que al final de la partida cada quien regresara a su residencia en buenas condiciones.
Claro con algunas picadas de insectos y algunas quemaduras en la piel ocasionadas por el sol. Pero… ya no, las carreteras que nos conducen a esos lugares, todas en total abandono, la adquisición de combustible se hace muy difícil y la inseguridad es a lo que más se teme y a la especulación.
Hay que recordar también que teníamos otras rutas, no solo La Gran Sabana, muy cercano, en el estado Monagas se encuentra Caripe, lugar maravilloso, Carúpano, Cumaná, Las Aguas de Moisés, Mochima, bellas playas en el estado Sucre, en Anzoátegui, las playas de Puerto la Cruz y las islas adyacentes y los más privilegiados aprovechaban doce vuelos diarios de diferentes líneas aéreas, para salir de nuestras fronteras a otras islas o países.
Con casualidad y mucha suerte podemos hoy día visitar Upata, Ciudad Bolívar, o quedarnos en nuestra casita a visitar los siete templos, observar el Vía Crucis y........