El desarrollo de Caracas ha seguido avanzando y la ciudad muestra entre otros, interesantes trabajos de vanguardistas como el francés Le Corbusier y el venezolano Carlos Raúl Villanueva.
Las lujosas construcciones de oficinas y comercios de esta metrópoli moderna nacieron gracias a los ingresos producidos por la industria del petróleo. Pero la rapidez del desarrollo.
Como en todas partes, trajo también sus desventajas consigo: Atraídos por el brillo de la capital, gran cantidad de la población rural emigró a la ciudad para probar allí fortuna y surgieron los ranchos.
Pronto el número de inmigrados fue tal que difícilmente encontraban oportunidades de trabajo que pudieran garantizarles la existencia.
A pesar de toda la modernización y los compromisos que esta trae consigo, el caraqueño goza de la vida en su ciudad, porque el carácter venezolano se adapta rápidamente a nuevas situaciones.
Así, por ejemplo, el caraqueño renuncia con gusto a su oficina provista de aire acondicionado para concluir sus negocios como antes en el local de enfrente tomándose un “cafecito”.
A pesar de los muchos centros comerciales, la mujer venezolana a menudo prefiere hacer sus compras en los mercados libres.
Las horas libres no se pasan solamente delante del televisor, sino también paseando en uno de los muchos parques o asistiendo al béisbol o a la corrida de toros, y el que gusta de caballos y apuestas, visita La Rinconada, uno de los hipódromos más bellos del mundo.
Quien prefiere pasar el fin de semana fuera de Caracas, puede tomar la autopista construida en el año 1963, y se dirige a la Colonia Tovar, que se encuentra a unos 50 kilómetros de la capital.
Este pueblo está situado sobre una altiplanicie a 1.800 metros. sobre el nivel del mar y goza de un clima agradable y templado. El citadino agotado encuentra aquí su descanso paseando por los bosques.
La Colonia Tovar es la única población de origen netamente germánico que se encuentra fuera de........