Nuestras rabias

Recuerdo vívidamente en bachillerato el profesor de historia que relataba la felicidad sentida en Francia al relatar la declaración de Guerra a Alemania en 1914. El odio por los alemanes se mantenía desde la guerra de 1870 cuando Francia perdiera la región de Alsacia y Lorena; sí, había dicha por inicio de la guerra.

Y a pesar de varios millones de soldados muertos sobre todos franceses e ingleses, no se diga del júbilo en la capitulación alemana con la firma del tratado de Versalles - cuna de una bien alimentada y predispuesta rabia que 21 años después generara la 2a Guerra Mundial.

“Lo peor de las guerras no son los muertos, ni la destrucción … Lo peor es el odio que queda”, parafraseo a Charles Bukowski. Esta frase resume casi todos los conflictos incluidos los nuestros; el de los 1.000 días, el de la........

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