Pedro Sánchez es un presidente demócrata- a pesar de que no haber ganado las elecciones generales- ya que tiene mayoría en el Parlamento. Esto es suficiente y normal en las democracias. Al menos, formalmente hablando.
Pero el problema no es este. ¿Cuál es el problema? Que, en una democracia, el Parlamento no puede hacer cualquier cosa. ¿No? Pues no. Por ejemplo. El Parlamento español actual, con mayoría de socialistas, comunistas, golpistas catalanistas y filoterroristas de Bildu, no puede- democráticamente hablando- prohibir que los militantes del PP y de Vox, accedan a las oposiciones a funcionario público.
Podría hacerlo, porque tiene mayoría suficiente, pero no está justificado, democráticamente hablando. Esto significa que la democracia y el ejercicio de la democracia, tienen límites.
¿Sí? ¿Y cuáles son estos límites?
Veamos lo que dice el artículo 9.1 de la Constitución española: ‘Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico’.
O sea, que el Parlamento no puede ir más allá de lo permitido por el sistema jurídico. Dicho con otras palabras: la Constitución (democrática, damos por supuesto)........