Sobrado de años y de fuerzas falto,
tras muchos atajos, de toda mi vida,
vuelvo de nuevo a la senda perdida
de aquella juventud vivida a salto
*
de mata, con algún que otro sobresalto;
he tenido siempre el alma vendida
al mejor postor, alguna vez vencida
por dejar que la húmeda diga ¡alto
*
y claro!, alguna que otra parida
del gay saber, a quienes sobre el asfalto
de la ignorancia han estado al asalto
*
de quien todos los días la bienvenida
les ha pintado color rojo cobalto,
o el que sea, … ¡su rostro de potros sin brida!.
II
Voy a centrarme pues, de hoy en adelante,
en lo que nunca carretera y manta
debí darle, o en su caso, una somanta
de palos, incluso en cuarto menguante
*
dejarlo … De mi época de ignorante,
-divina juventud que todo lo aguanta,
lo mengua o, en su caso, lo agiganta,
según la moneda, cantante y sonante-,
*
todavía tengo seca la garganta
por las veces que dije, siempre abundante
de sátiras de calado malsonante,
*
tieso o retorcido como Carpanta,
que los políticos sea gente que se achante,
pues siempre intentaron echarme el guante …
*
Como ya en mi última juventud tanta
porfía me aguanta, … ¡mejor que no me plante!
por dejar que la húmeda diga........