Cuando Sánchez llegó al poder, allá por 2018, con la promesa de convocar rápidamente elecciones –lo que no hizo-, y lugar contra la corrupción –cuándo él es la corrupción y el nepotismo en persona-, auguré el advenimiento de un nuevo régimen, que llamé el régimen sanchista.
Excuso decirles que algunos amigos y lectores –creo que tengo unos pocos lectores-, me dijeron que era una barbaridad lo que estaba diciendo, y que había que luchar contra la corrupción del PP (que no niego), y que Sánchez iba a ser “el libertador” de nuestros derechos, en manos del inepto y cobarde Rajoy, una auténtica acémila política.
Desgraciadamente, y bien que lo siento, los hechos y los tiempos, me han dado la razón.
Hubiera preferido equivocarme, por el bien de España, y de todos nosotros.
¡Lo que nunca pensé es que degeneraría en un régimen comunista, en el que no se respeta la propiedad privada, se permite la........