«¡Dios que buen vasallo (el pueblo llano) si tuviera buen señor! (el gobierno)»

Ya por la ciudad de Burgos el Cid Ruy Díaz entró / Sesenta pendones lleva detrás el campeador / Todos salen a verle, niño, mujer y varón, / A las ventanas de Burgos mucha gente se asomó / ¡Cuántos ojos que lloraban de grande que era el dolor / Y de los labios de todos sale la misma razón: / ¡Dios, que buen vasallo sería si tuviera buen señor!

Cantar del Mío Cid

Eran los años del vasallaje entre los ciudadanos libres llamados vasallos y el señor. Nos pone en reflexión sobre que de nada vale tener buenos vasallos cuando el señor no cumple su parte del contrato de vasallaje. Un buen señor, hoy un buen gobernante, ejerce su autoridad con sabiduría, justicia, cuidado y empatía. Brinda apoyo a sus vasallos, hoy ciudadanos que gobierna, los guia y les proporciona lo necesario para facilitar sus vidas. Si así procede el señor, el gobernante, este contará con que – recíprocamente – el vasallo, el ciudadano le de su confianza, su entrega y su colaboración. El vasallaje era un contrato con obligaciones........

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