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El pasado fin de semana nos ha deparado un ‘entretenimiento’ difícil de igualar o mejor dicho, difícil de aguantar.

Tras “el éxito” en el festival de Eurovision (quinta por la cola) del dúo Nebulossa con la cuestionada canción ‘Zorra’, este festival que desde hace tiempo está absolutamente politizado y con resultados sorprendentes, ha sido aderezado con actuaciones de mal gusto que rayaron con lo grotesco, voces de muy dudosa calidad porque al parecer se ha perdido la preponderancia de la calidad de la voz y ha sido sustituida por gritos -en diversos idiomas- que acompañados de una música estridente hacen insoportable, al menos para mí, aguantar las actuaciones.

En fin… una vez más nuestra ‘Eurovisiva’ representación ha quedado en el vagón de cola (22), sin ser ni mucho menos de las peores y con una puesta en escena llamativa, en la que quizá lo único discordante fueron los dos ‘maromos’ que terminaron la actuación enseñando sus torsos atléticos y en tanga, moviéndose acrobáticamente alrededor de la cantante para terminar dándole un ‘pico’, me imagino que consentido, a la cantante.

Y como anécdota resaltar que ‘el tele voto’ español, tras la polémica suscitada por la presencia de la representante israelí, le dio la puntuación máxima (12 puntos) a Israel precisamente. “Spain is different”.

Nostalgia de aquel festival que en 1968 -hace ya 56 años- ganó una jovencísima Massiel, que con una atrevida minifalda para la época, y con su canción del “La, la, la” consiguió romper el repetido mal fario de nuestras........

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