En muchas ocasiones tenemos, pudiera estar sucediendo, que guiados y/o vectorizados por lo que presuponemos que es la temática principal o la enjundia corpórea de un asunto y/o situación, y en un tal vez, a modo particular, que opinadamente avanzamos, pudiera ser que estemos olvidando un tanto o cuando menos no atendiendolo adecuadamente, en la forma en que, manejada y acomodadamente, lo instruimos, e incluso en el modo o en la manera, aquellas variaciones que corresponderían a otras cuestiones que, aunque aparezcan de soslayo como nímias y , en principio, como hasta colaterales o presuntamente adyacentes, e incluso de poca monta, en la realidad, y en el fondo de la situación, resultarán ser la base del eje matriz de lo que ante todos, ¡ y por todos!, da la impronta sensación de ser lo más principal.
Cuando cotejamos ciertos, y hasta muy señalados, pasajes del “proceso histórico hispánico & español”, haciéndolo a niveles ciudadanos no especializados, se nos acerca, llega y alcanza casi siempre, de manera como un tanto expectante, una especie de interrogación e incluso un encadenamiento de autopreguntas, tal vez eso le esté sucediendo a más conciudadanos, sobre lo que presumimos, en el normal atisbo cívico y no profesional en el que nos movemos, de cuáles pueden haber sido los enmarcados entornos de tales y tan concretos hechos, o sea: cuáles eran los [-.- completos y hasta complejos -.-] ambientes que los entroncaban y las interacciones múltiples de los mismos, en los que, las personas y/o entidades de tales épocas, se movían y/o deambulaban, o simple y escuetamente desarrollaban su proceso básico, y hasta familiar/vecinal o de otros tipos y formatos (parroquial/municipal/comarcal/viguerial/diocesano/ regional/ nacional/peninsular u otros ), de proyecto de vida o desarrollo institucional.
En los actuales tiempos que corren, y en los cuales nos toca (con)vivir y donde, por todos observable, `la mediatez comunicativa´ está cobrando una extraordinaria importancia, acontecen toda una serie de asuntos/hechos/situaciones /pronunciamientos que, una vez pasados nosotros, serán glosados y, por ende ( y visto lo ya visto), a la vez tamizados por los narradores posteriores, los cuales, si siguen los pasos de los que nos han precedido ( y nada alumbrar por el horizonte que lo pudiera hacer cambiar), casi seguramente efectuarán, al intentar la síntesis (sea por obligación y/o concisión o sea meramente por capacidad y/o espacio expositivo), una especie de ‘general criba’ y puede que, por el volumen de lo manejado, también una ‘más que avasalladora poda global’ que, cuasi a buen seguro, `instruccionalmente laminará´ cualquier tipo de significación que, por ‘los autoritas del tal momento venidero’, se presuma como particularista o no óptimo a la síntesis, incluso tal vez de escasa significación y/ o relevancia.
Ya sabemos todos, que sí que lo sabemos, que estamos en el “Octubre’24” (del S. XXI) y que lo estamos, desde la cívica circunstancia (que es ubicacional, además de anímica y emocional, que pudiera tener potencialidades interaccionantes) presencial propia de cada uno y con elongaciones familiares, e incluso de nuestros entornos convivenciales de proximidad, y a la distancia temporal (en la estima de la separación de las cotas del intervalo [1934-2024], que nos parece oportuno reseñar), de un significado espacio, a 90 años vista, del “Octubre’34” (del S. XX), del cual, en nuestra opinión ciudadana y no especializada, tanto y tán bién, y, en lo que hemos podido otear, con profusa variedad, se ha difundido y que está, en lo que nos ha parecido colegir, a disposición voluntaria de los ciudadano españoles, siendo ya, en varios casos, su consulta posible a través de la red.
Del “Octubre´34”, en las referencias, nos dicen que: “fue un movimiento huelguístico revolucionario [MHR], desarrollado durante 14 días, entre los días 5 y 19 de octubre del año 1934, durante el periodo, en el segundo bienio, de la II República Española” [-.- en la Presidencia de la II República del ciudadano español Alcalá-Zamora y Torres (D. Niceto), y como Presidente del Gobierno ( de coalición) el ciudadano español Lerroux García (D. Alejandro), de un grupo y/o elenco gubernativo que, y precisamente, toma posesión el día 4-10-1934 y donde están los ciudadanos españoles : Samper Ibañez (D. Ricardo)/ Rocha Garcia (D. Juan José), Aizpún Santafé (D. Rafael), Hidalgo Durán (D. Diego)/ Lerroux García (D. Alejandro), Rocaga Garcia (D. Juan José)/Abad Conde (D. Gerardo), Marraco Ramón (D. Manuel), Vaquero Cantillo (D. Eloy), Cid Ruiz-Zorilla (D. José María) . Villalobos González (D. Filiberto)/Dualde Gómez (D. Joaquín), Oriol Anguera de Sojo (D. José), Orozco Batista (D. Andrés), Jalón Aragón (D. César), Giménez Fernández (D. Manuel), Pita Romero (D. Leandro) y Martinez de Velasco (D. José). -.-]. Qué fue del segundo bienio radical-Cedista, entre el 4-10-1934 y 3-4-1935, donde se coaligaron los partidos: PRR, CEDA, PRLD y el PAE.
Las informaciones obtenidas, por la vía de alcance de la búsqueda referencial, en acto de completa normalidad cívica, dan referencias a que el tal Gobierno de España [de 4-10-1934] de la II República Española y la tal MHR [iniciada el 5-10-1934], se enarbolan, en los protagonistas de la última, como el efecto (preciso) y la causa (iniciadora), dada la composición de los grupos políticos integrados en el primero. Indicándose que tal situación fue requerida [-.- en la data del 2-10-1934, parece que por la mañana -.-], por el ciudadano español Gil Robles y Quiñones (D. José Maria), lo cual, y en atención a lo consultado, promovió aplicativamente que [-.- en........