El sensacionalismo, los intereses espurios y la falta de rigor informativo desemboca en desconcierto de la opinión pública respecto al uso del caravaning en España, un sector turístico que continúa en alza en Europa y contribuye legalmente, junto a otros tradicionales, a ese 13 % del PIB y motor de la economía española, considerándose de gran interés y múltiples atractivos para la hostelería y las visitas turísticas a nuestro país, además es el mayor acicate para recuperar ‘La España Vacíada’, siendo esencial e imprescindible para mejorar la economía y recuperación de la vida de nuestros pueblos.
Con la intención rotunda de diferenciar este artículo de otros publicados, aunque con el margen de error que sobrevuelan a las nobles empresas, aquí y ahora trato de exponer los detalles más relevantes sobre el mundo de la ‘caravana’ en su capítulo de tránsito, aparcar, estacionar y acampar, incluyendo las distintas categorías y documentaciones que exige el Reglamento General de Tráfico y derrumbando mentiras sobre ruedas.
Señalo la caravana porque ‘es la madre’, la primogénita de las diferentes modalidades que hoy existen, así comenzó todo, con la casa a cuestas a través de un remolque vivienda allá por los años 60’s, aunque ya existían prototipos anteriores. La caravana en la actualidad se divide en distintas categorías; De hasta 750 kilogramos, qué sólo necesitan para circular la ficha técnica reglamentaria, cubriendo el vehículo de tiro el seguro e identidad del conjunto, asimismo instala la misma matriculación de la cabeza tractora. Se trata de vehículos ligeros.
Sin embargo, este vehículo de arrastre, cuándo supera ese pesaje necesita, por sus dimensiones y........